La historia de mi hermano
Soy Paloma García Cruz, una de las fundadoras de In the Cortex. Estoy escribiendo esto para contar la historia de cómo y por qué en mis veintes dejé mi exitosa carrera empresarial, me mudé de la Ciudad de México a San Diego para trabajar gratis como pasante con Dani Perrecone (ahora mi socia en In the Cortex) y decidí dedicar mi vida a la Reorganización Cerebral.
Suena cursi, pero es la verdad: lo hice por mi hermanito.
Desde muy chiquito, Emilio siempre era lo que se llamaría “inteligente pero disperso”. Cuando estaba interesado en algo, se sabía absolutamente todos los detalles al respecto. O sea, TODOS los detalles – era el niño que corregía al guía turístico en la exhibición de insectos del zoológico de San Francisco y se sabía episodios completos de Power Rangers que nos recitaba a todos en la mesa. Pero, al mismo tiempo, olvidaba su suéter el lunes, su lonchera el martes, su cuaderno el miércoles…ya sabes.
¿Equis, no? Todo mundo olvida cosas a veces. Bueno, Emilio también empezó a tener dificultades en la escuela desde muy chico. Su inteligencia estaba muy por encima de la de sus compañeros, pero simplemente no se podía quedar quieto. Cuando lograba quedarse quieto, no podía dejar de hacer preguntas. Cuando los maestros le decían que dejara de hacer preguntas, no podía dejar de mirar por la ventana pensando en sus preguntas. Como te imaginarás, mi mamá tuvo que meterlo a 13 escuelas diferentes desde kinder hasta la preparatoria. A medida que fue creciendo, las dificultades seguían apareciendo. Tardó mucho tiempo en aprender a leer, no se pudo aprender las tablas de multiplicar ni en la secundaria, y le costaba mucho trabajo memorizar cualquier cosa de historia o geografía.
¿Qué hicieron mis papás? Hicieron lo que la mayoría harían en estas situaciones: ¡buscar ayuda! Lo llevaron a todos los especialistas, a todas las terapias. Hizo terapia de visión, terapia con caballos, psicoterapia, habilidades sociales, de aprendizaje…todas. Finalmente, le diagnosticaron TDAH y le recetaron una medicina, que mis padres le dejaron de dar inmediatamente cuando su personalidad desapareció y nos dijo a todos que “sentía que su cerebro estaba borroso”.
Todo este tiempo, Emilio luchó por encontrar un grupo cercano de amigos. Tenía amigos con los que jugaba en recreo, pero hacer amigos cercanos se volvía cada vez más difícil. Esto empeoró cuando llegó la pubertad. Se volvió más cohibido, tímido y callado. En sus propias palabras, “las palabras en mi cerebro no salían, y cuando salían, todo mundo ya estaba hablando de otra cosa”. Y como adolescente, su lucha con la motricidad gruesa y la coordinación no ayudaba a su situación social. Siempre estaba chocando con la gente, con las paredes, se le caían las cosas, se tropezaba y también estaba su peor enemigo: la bicicleta.
Para cuando Emilio tenía 15 años, sus dificultades nos tenían a todos preocupados: ¿cómo le va a hacer para la universidad? Los que lo conocíamos sabíamos lo inteligente, lindo, divertido, creativo y chistoso que era; ¿cómo le podíamos ayudar cumplir su increíble potencial?
Ahí fue cuando todo cambió. Ahí fue cuando, gracias a una coincidencia, mi mamá encontró la Reorganización Cerebral. Después de que mis papás y yo empezamos a aprender sobre el cerebro primitivo, todas las dificultates de Emilio tenían sentido. No era que “le estaba echando ganas”, ¡simplemente no podía con lo que la vida le ponía en frente porque su cerebro inferior estaba subdesarrollado!
Durante los siguientes 10 meses, Emilio empezó un programa de reorganización cerebral con mi papá como su entrenador. Y a los 15 años, con un cerebro desorganizado y una fuerte aversión hacia cualquier movimiento físico… no fue nada fácil. Mis papás prácticamente tuvieron que sobornarlo para que lo hiciera, pero lo hizo.
¿Y ahora? Pues veamos lo que mi mamá tiene que decir al respecto:
“Este fue el punto de inflexión: ‘moví el pie, ¿vieron? Moví el pie para que no se me cayera esa bolsa’. Estábamos en la cocina, y mi hijo rápida e instintivamente movió el pie para que la bolsa de comida que se cayó del congelador no le cayera en los dedos del pie. Suena como algo “normal, pero para él fue un gran logro y ese fue el punto de inflexión en la historia de neuroplasticidad y transformación de mi hijo. Mi hijo lindo, guapo, interesante y superinteligente tenía 15 años en ese momento. A pesar de ser completamente encantador de muchas maneras, estaba fallando en la escuela, socialmente, era torpe y propenso a los accidentes (chocaba con todo, se le caían las cosas, se tropezaba). Verás, mi hijo fue un bebé prematuro muy consentido. Como tal, nunca reptó, nunca gateó, pasó su infancia en brazos de alguien o en un columpio, y se movió directamente a un andador cuando tenía 8 meses. Así que, cuando aprentí sobre este método y le hicieron la prueba de gateo que mostraba que partes de su cerebro estaban subdesarrolladas, lo convencí/soborné para que hiciera el programa. A las 3 semanas, llegó al punto de inflexión que acabo de describir y no había vuelta atrás. En ese tiempo, su cerebro se había desarrollado lo suficiente como para reaccionar ante el peligro inminente (bolsas de comida congelada) antes de que le cayeran en los pies. Antes su cerebro no reaccionaba tan rápido y ¡siempre se le caían cosas en los pies! A medida que pasaban las semanas y seguía con el programa, muchas otras cosas se le empezaban a hacer más fáciles y naturales. A medida que su cerebro se organizaba más, empezó a sentir su propio progreso con la priorización, concentración y también haciendo y manteniendo amistades. Logró controlar sus movimientos corporales e incluso mostró cierto interés en volver a intentar los deportes. Todas estas cosas simples que antes eran una lucha se convirtieron en parte de su vida en apenas unas pocas semanas. No fue fácil hacer que un adolescente de 1m80 gateara y reptara todos los días, pero nos mantuvimos firmes. Hoy, solo unos pocos años después, vive totalmente independiente en Australia, donde llegó sin conocer a nadie, tiene un título universitario, tiene un gran círculo de amigos, un trabajo bien pagado que requiere que salva en videos seguido y está empezando un nuevo proyecto independiente en su tiempo libre. No podría recomendar más entusiastamente el sistema ITC si tú, tu hijo o alguien que conoces está sufriendo las consecuencias de un cerebro desorganizado. La neuroplasticidad es real y marca toda la diferencia”.
Carola Cruz (madre de Emilio y mía)
En cuanto a Emilio, esto es lo que él tiene que decir:
“Cuando hice mi programa de reorganización cerebral, sabía que algunas cosas iban a cambiar, pero era un adolescente y la introspección no era exactamente lo mío. Me había acostumbrado a que la vida fuera un poco difícil y tenía la idea de que se volvería más fácil cuando fuera más grade. Pero a las pocas semanas, los cambios eran innegables. Por fin empecé a sentirme como yo mismo. Sentí que podía expresar mis pensamientos de verdad. De repente, leer se volvió fácil, escribir se volvió fácil y hablar con la gente también se volvió fácil. Empecé a tener proyectos que quería hacer que podía organizar, recordar y terminar. No me frustraba cuando las cosas empezaban a ponerse difíciles porque podía ver el panorama completo. Mi confianza mejoró 100 veces a lo largo de mi trayectoria, y sé que esa es la razón por la que estoy donde estoy hoy. ¡Estoy viviendo mi mejor vida!”
Esto es lo que me inspiró a dejar todo en 2014, llamar a Dani y decirle “Oye… ¿no quieres una pasante?” Las dos hemos visto cambios como el de Emilio y muchos más en nuestros 25 años combinados de experiencia en este campo, y por eso hemos decidido ponerlo todo en línea.
In the Cortex es un programa de reorganización cerebral 100% en línea que te guía con los ejercicios y el apoyo que necesitas en tu propia reorganización cerebral. ¡Nuestro programa es para cualquier persona, en cualquier lugar, en cualquier momento… en serio! No tienes que preocuparte por encontrar un centro cerca de ti.
Si la historia de Emilio resuena contigo, mándanos un email a hello@inthecortex.com y cuéntanos lo que piensas. Siempre estamos disponibles para responder preguntas y nos encantaría bienvenirte a nuestro programa.
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