Reseñas

La historia de mi hermano

Lea sobre el hermano de Paloma, su viaje de reorganización cerebral y por qué él es su inspiración detrás de In the Cortex

¿Tu hijo tiene berrinches? ¿La gente te dice que cuando crezca se le van a quitar? ¿Tu hijo tiene un número limitado de amigos o sus maestros se preocupan porque no puede escuchar y seguir instrucciones? ¿Tiene reacciones intensas cuando le cae agua en la ropa o cuando su ropa tiene etiquetas? Todos estos desafíos son reales para el niño o la niña que los vive y para los adultos que trabajan con ellos. Lo sé, porque soy una madre y maestra que tuvo que hacer frente a estos desafíos y muchos más con mi propio hijo. ¿Qué hice? Busqué ayuda para que mi hijo los superara y se convirtiera en la persona que sabía que podría ser. In the Cortex ha cambiado la vida de mi hijo. Está prosperando, tranquilo, enfocado y feliz. Ya no tenemos muchos de los problemas que el personal escolar me dijo, incluso como maestra, que mi hijo simplemente tendría que superar solo. Soy una mejor madre y maestra debido al mi conocimiento de la neuroplasticidad. Tengo estrategias sólidas para que mi hijo y mis alumnos logren llegar a su potencial.
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Julie F. Profesora de escuela primaria
Sin lugar a dudas, In the Cortex está la razón por la que puedo sonreír cada día y estar orgullosa de lo que he logrado. Este programa fue la solución a mis tendencias no deseadas, que a menudo se combinaban con una sensación de insatisfacción por no lograr lo que me proponía. Desde que era joven, siempre había tomado medicamentos para frenar los sentimientos de malestar y ansiedad. Después de pasar 25 horas en el piso reptando y gateando, empecé a sentir un cambio en mis sentimientos. Noté cambios chicos: la necesidad de morderme las uñas se había ido y fumar cigarrillos se volvió cada vez menos atractivo. Finalmente, reptando más, dejé de fumar por completo, dejé de morderme las uñas y comencé a sentirme más fuerte y más segura. Los cambios no se detuvieron allí, pronto conseguí un trabajo fantástico y mis relaciones con mis amigos y familiares nunca han sido más fuertes. Había una conciencia interna sobre quién era y en quién era capaz de convertirme y ha sido increíble. El cerebro puede cambiar, no hay duda al respecto. La conclusión es que In the Cortex te permite a ti cambiar cuando no puedes cambiar las situaciones que te rodean.
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Lindsay Tatje Consultora de redes sociales
En la primera semana que empecé In the Cortex, empecé a ver cambios físicos. ¡Mis ojos se agitaban mucho, sentía movimiento dentro de mi cabeza y mis terreibles náuseas en los coches desaparecieron! Después de unas semanas de hacer el programa, también noté que estaba tomando decisiones mejores y más saludables, mis habilidades de gestión del tiempo mejoraron y podía concentrarme mucho más fácilmente. Ahora tengo más confianza y la capacidad de decir lo que pienso.
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Valentina Murguia-Deneken Música
Mis dos hijos hicieron el programa de In the Cortex y los resultados han sido impresionantes. La frecuencia de los berrinches no solo disminuyó significativamente debido a un uso más eficiente de su corteza frontal, sino que, además, sus habilidades de resiliencia se han profundizado de manera extraordinaria. ¿Siguen teniendo dificultades ocasionalmente? Sí, por supuesto, ¡son humanos! Pero, al contrario de cuando tenían un cerebro desorganizado, ahora mis hijos saben que están empoderados y en pleno control. En mi opinión, una vez que los niños internalizan los beneficios de la intención junto con el trabajo cerebral, el cielo es el límite. Hacer este tipo de trabajo con tus hijos es un regalo de por vida que continuará dando recompensas mucho después de que terminen de completar el programa. Intentamos varios tipos de terapias, pero para nosotros In the Cortex logró ayudarnos como ningún otro. Recomendamos encarecidamente este programa.
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Alejandra Gomez Profesora de escuela primaria
In the Cortex ha cambiado nuestra vida y la vida de nuestro hijo de muchas maneras. Nuestro hijo ahora sigue instrucciones más fácilmente con nosotros y con otros, puede quedarse quieto por períodos más largos, no es tan impulsivo y es mejor para los deportes. El cambio más importante que hemos visto es que se siente mejor consigo mismo. Es más feliz por todas partes y ya no se ve a sí mismo como el niño "malo". ¡Esto es lo más importante para nosotros!
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Phaedra Martin Profesora de escuela primaria